Hacer es pensar

Lunes, 10 Diciembre 2018

Para cerrar el año en el blog, reflexionamos sobre la edición, el hacer y los lectores. 


Los días se suceden en la oficina donde está situada la editorial unrn en Viedma y con el calor se empieza a sentir la cercanía del fin de año. Y así como pasan las horas, también los proyectos comienzan y terminan, manuscritos llegan y el transporte se lleva cajas con libros novísimos, las fechas de publicaciones de los fliers en las redes sociales van corriendo con el devenir de los meses. Como en cualquier tarea, en el trabajo de la editorial hay tareas rutinarias y de las otras, las creativas. El error es creer que pertenecen a estirpes distintas. El error es creer que en las tareas rutinarias no hay creatividad, que en el hacer no hay generación de saberes y creación de alternativas a los modos de hacer.

Así como para hacer el pan es necesario incorporar la harina, la sal, el agua con la levadura, y después amasar, en la edición hay trabajos que requieren procedimientos claros y evidentes. Y no da igual hacer un trabajo sistemático de cualquier manera: para que la masa leude y se transforme en un pan gustoso y nutritivo, hay que hacerlo bien. Y esto se logra con la práctica, la experiencia, con hacerlo una y otra vez, todos los días, como el  amasado del pan.

En la edición, hay procesos y procedimientos que no se pueden eludir ni saltear, como planificar, leer la propuesta, poner en valor, estructurar la obra, corregir, maquetar y diseñar, imprimir, distribuir, comunicar y difundir. Ahora bien, en ese hacer surgen ideas y reflexiones que permiten volver a pensar la edición, esa artesanía que implica la creación de libros técnicos y literarios.

―Ah, entonces ya lo sabés. Decime, ¿qué es editar un libro?

En principio se trata de la preparación de un original para su publicación.

―Es muy técnica esa respuesta. No es lo mismo que venís diciendo en los otros textos del blog. Esperaba otra idea.

Es una orientación particular de una obra hacia un lector al que se pretende llegar. A veces el otro nos puede entender porque compartimos un mismo código –tal es el caso de escribir para pares dentro de la comunidad científica–. Pero si queremos llegar a alguien que no comparte el mismo lenguaje, y queremos ser escuchados, debemos hacer un esfuerzo por hablar en un lenguaje en que el otro nos entienda, no podemos imponerle nada.

―Entonces el otro cuenta.

Siempre. Con la idea del otro empezamos a ver la punta del ovillo para acercarnos a una respuesta más justa acerca de lo que es la edición. Así como escribir no es solo una concatenación de palabras y signos, editar libros no es solo imprimir un montón de hojas y ponerles una tapa bonita. La edición es, mayormente, un acto de comunicación. Y etimológicamente, comunicar proviene del latín communicare (compartir información, impartir, difundir) y este de communis (común, mutuo). Compartir, poner en común.

En la tarea de editar un libro compartimos objetivos y tareas en varios planos y roles: entre editores y diseñadores, entre editores y autores, con el mercado y finalmente con los lectores. Porque sin lectores no tiene sentido hacer obras, no hay quien termine de dar sentido a ese conjunto de palabras y signos impresos en aquel montón de hojas encuadernadas.

―¿Y quién es tu lector? ¿Cómo sabés quién te lee?

Ese es un tema muy complejo. Pero cada proyecto, cada obra, cada pieza de comunicación que se prepara para difundir tiene una ingeniería que piensa en un lector meta, en un lector al que se pretende llegar. 

Y por eso entendimos que ponernos en contacto, compartir con los lectores de este blog algunas apreciaciones respecto de la tarea de editar, era una tarea necesaria. También porque nos resultó necesario como editorial poner sobre la mesa del diálogo cuál es la mirada que vamos desplegando sobre nuestro trabajo y cuáles son algunas de las situaciones que se presentan en el día a día. Porque como decíamos más arriba, editar implica realizar una tarea sistemática, que sigue un protocolo de trabajo, pero que genera saberes específicos en el hacer.

Les agradecemos a los lectores del blog por el acompañamiento durante este año y los invitamos a seguir trabajando juntos y creando lazos.