En el número 28 de la revista digital El Ganso Negro, Daniel Ocaranza escribe una reseña sobre el poemario «Lengua geográfica» de Natalia Salvador. que forma parte de la colección La Tejedora.
Podés leer la nota completa acá: https://escuchara.com.ar/el-ganso-negro/la-vida-deslumbra-lengua-geografica-de-natalia-salvador/
El miércoles 28 de julio a las 18 se realizará la segunda jornada del ciclo «Mediación y Recorridos Lectores I. Literatura regional para adolescentes y jóvenes», organizado por el Plan de Lecturas del Ministerio de Educación y DDHH de Río Negro. El ciclo, de acceso gratuito, está dirigido a docentes y bibliotecarias/os mediadoras y mediadores de lecturas y público en general.
Organizado por el Plan de Lecturas de Río Negro, dependiente del Ministerio de Educación y DDHH provincial y presentado por Iris Giménez, su coordinadora, inició un ciclo de conversaciones e intercambio de experiencias sobre mediación de lecturas literarias destinado a docentes, bibliotecarios, otros mediadores y público en general.
Luciano Sáliche reseñó La ruta de ícaro, de Carina Nosenzo, en este nota de Infobae sobre poesía.
La poesía es un río incierto: 7 libros para dejarse llevar por la corriente
Existe un terreno literario donde no importan demasiado las normas narrativas ni las pretensiones de verdad. En el poema todo vale y el lector, como quien toca con la punta del pie el agua fresca, decide si tirarse o no. Una vez dentro, sólo hay que entregarse.
La poesía es un río. Agua torrentosa, refrescante, siempre turbia. Hay algo sumamente poético en el fluir de la corriente que estalla contra las piedras. “Este río habla un lenguaje tan propio / que sólo ha de entenderse en otro río”, escribía Mario Benedetti. La poesía es siempre ese espacio dentro de la literatura donde las convenciones se tuercen. Al no tener la responsabilidad de cumplir con las normas narrativas del cuento o de la novela, ni siquiera con las pretensiones de verdad del ensayo, un libro de poesía es una invitación a lo incierto. Tirarse al agua y dejarse llevar por la corriente. La poesía es un río en presente continuo que va y viene en el tiempo sin dar ninguna explicación.