En este poemario, Damián Lagos Fernandoy expresa una visión poética hecha de sinceridad y de «imágenes cuyas referencias pueden ser identificadas con facilidad». El lenguaje, un paisaje, una calle o la rutina del supermercado o del cuidado del patio de la casa, forman parte de los materiales con los que Lagos trabaja. Y es que «uno ya trae un mundo formándose, una materia prima que el contacto con la poesía nos permite elaborar (…) la poesía es una forma particular de ver las cosas»
Autor |
Damián Lagos Fernandoy |
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Editorial |
Editorial UNRN |
Páginas |
64 |
Año |
2018 |
Acceso |
Nací en Temuco, Chile, en 1981. A los cuatro años, mi padre aceptó un puesto de predicador en Viedma, Argentina, y nos mudamos. Estudié en la primaria del barrio Lavalle, luego egresé como bachiller y me fui a estudiar contabilidad. Pronto abandoné esa carrera y regresé a Viedma, a trabajar y estudiar Lengua y Comunicación, reviviendo una de mis actividades preferidas: leer.
(Por Damián Lagos*). El escritor Abelardo Castillo dijo en una entrevista algo así como que la idea literaria trae su forma incluida. Es decir, hay ideas que se expresan mejor en un cuento, otras en una novela, otras en un poema. Visto de esta manera, el escritor tiene la posibilidad de incursionar en distintos géneros con tal de que sus ideas puedan plasmarse lo más parecido a lo que imagina. Como en este caso se trata de poesía, se podría decir que muchas veces, más que de ideas, se trata de imágenes que el poeta capta con su mirada particular.