En estos 100 microrrelatos hay figuras portentosas y plenas de drama y oscuridad. Los monstruos de Fabiola Soria se presentan para decirnos cosas que no queríamos saber o que hubiéramos preferido mantener ocultas debajo de los manteles de la navidad más blanca y decente. Allá ellos, acá nosotros. Sin embargo, cuando ya nos estábamos sintiendo seguros y protegidos, llega esta andanada de monstruos que abre un tajo eterno a lo real y nos deja a merced de lo Otro.
Los cuentos de Walter Nievas quiebran la historia oficial de la Patagonia para, sin negar sus consecuencias, abrir el juego a nuevas percepciones de lo real, percepciones que quizá estuvieron allí desde siempre y permanecen para mostrarnos que somos algo más que los relatos consagrados. Lugareños y gringos, generales y paisanos, pueblos originarios y jóvenes contemporáneos establecen conexiones secretas e inéditas con un orden oculto o sobrenatural. Y esas conexiones alumbran insospechadas versiones alternativas sobre los discursos que construyeron el territorio patagónico.
Los personajes de estos cuentos se definen en la encrucijada de sus decisiones, asumiendo siempre las consecuencias de sus actos en los duros espacios patagónicos que habitan. Mónica de Torres Curth propone un humanismo que interroga a la Patagonia y procura el pleno ejercicio de la libertad, aunque vaya en contradicción con los mandatos morales y jurídicos o con los modos «normales» de ser y estar en el mundo. Pues hay que convenirlo de una vez: vivir no tiene nada de normal.